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El fraccionamiento progresivo de AD Imprimir E-Mail
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Al poco tiempo de haber culminado su período presidencial sale del país, pero esta vez, por decisión propia. Vivió en Estados Unidos, al norte de África y finalmente en Europa, donde contrajo matrimonio con su compañera de luchas políticas, Renné Hartman en 1968. En ese continente retomó su hábito por la lectura y la escritura. En 1967 publica El 18 de octubre de 1945, un libro en el que reflexiona sobre los acontecimientos ocurridos en esta controversial fecha. Como siempre, a pesar de las distancias Betancourt no dejó de preocupase por lo que ocurría en el país, constantemente sostenía correspondencia con sus compañeros de partido y en ocasiones le escribía al presidente Leoni para hacerle recomendaciones.

Al enterarse de la crisis que atravesaba su partido AD, y del surgimiento del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) como parte de un nuevo fraccionamiento, decidió regresar a Venezuela para intentar solventar la crisis. Por pugnas internas en cuanto a la elección del presidente del partido, se separó de quien fue su amigo desde la juventud, Luís Beltrán Prieto Figueroa, una ruptura que le afectó profundamente. Ese año de 1967 la situación de AD se reflejó en las urnas, al resultar victorioso el candidato por el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), Rafael Caldera que gobernará hasta 1973.

Cinco años más tarde Betancourt se instaló definitivamente en Caracas, y ante los rumores de su posible candidatura presidencial decide convocar una rueda de prensa para reiterar lo que diez años antes había prometido: nunca más aspirar al poder. Ese año Carlos Andrés Pérez, en un principio apoyado por Betancourt, gana las elecciones; sin embargo al poco tiempo fue el mismo Betancourt quien se encargó de liderar una campaña contra la corrupción, en vista de las irregularidades que había en el gobierno y de la política de acercamiento a Fidel Castro y otros dictadores que puso en práctica el Presidente.

“Podrán atribuírsele a Rómulo Betancourt muchos defectos y errores políticos según la óptica ideológica y la tolda política desde la cual se le juzgue. Pero hay aquiescencia en algo: se distinguió por haber sido uno de los políticos más honestos y de los gobernantes más probos de toda la historia hasta momento de escribir estas líneas” (Romero, 2005, p. 125).

Sus últimos años transcurrieron entre Nueva York y Caracas, dedicándose a “intentar rescatar a su ‘Partido del Pueblo’ de los vicios de los nuevos tiempos, estimulado por un momento de vacas gordas” (Romero 2005 p. 127). Rómulo Betancourt muere en Nueva York el 28 de septiembre de 1981 en el Doctor´s Hospital, como consecuencia de un derrame cerebral masivo. Así se cierra el capítulo del gran líder del siglo XX en Venezuela, pero continúa en marcha el proyecto político que dejó como herencia.

 
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